Decorar el hogar con cuadros abstractos es una buena elección, este estilo es atemporal, se adapta a decoraciones modernas, rústicas, clásicas etc, es perfecto para entradas, salones, pasillos, dormitorios. Hay que tener en cuenta las dimensiones del espacio, iluminación y colores. Los cuadros son un gran elemento, estos captan de inmediato nuestra atención, tiene la capacidad de establecer el tono del espacio y refuerzan nuestro estilo decorativo.
Para elegir una buena decoración con cuadros es más importante guiarse por las sensaciones y no pensar tanto en si quedara bien o no.
Al final un cuadro marca mucho el estilo y el ambiente, lo importante es estar a gusto, que la obra nos transmita sensaciones y por supuesto que aporte fuerza al espacio.
La decoración de ambientes modernos nunca pasa por alto las paredes, en la cual se vienen tendencias innovadoras, una de las más fuertes es el de cuadros realmente abstractos o figuras que dan un estilo único a nuestro dormitorio. Más empresas tanto en España, Estados Unidos como en Argentina se dedican a captar éste mercado pero particularmente una tienda le da la oportunidad a artistas independientes y reconocidos
4 puntos importantes para Decorar con Cuadros Abstractos
Cuatro reglas que son útiles para la elección de pinturas abstractas o modernas:
– Proporción: los cuadros deben ser acordes al tamaño de la sala y el muro
en que van a ser colgados, es decir, las medidas del cuadro deben ser mayores en cuanto más
grande es la sala y si estos van encima de un mueble o sofá que nunca sean
mas grandes que el objeto.
– Color: el cuadro debe recoger las tonalidades presentes en el
espacio a decorar, exaltándolas con colores vivos, también es valido hacer
contrastes acordes con elementos decorativos del espacio, ejemplo puede ser del
mismo color que las sillas o sofá.
– Luz: cuanta menos iluminación tengan los muros han de elegirse
coloraciones menos fuertes. y si la luz es muy
generosa y el espacio es grande podemos pasarnos con colores vivos
– Textura: es recomendable crear contrastes fuertes entre las
diferentes texturas de la sala, por ejemplo si tienes un sofá de piel lisa,
quedaría fantástico situar un cuadro con textura muy rugosa cerca, es cuestión
de jugar con esta característica, a al vez que con el color, de este modo ambos
elementos ganarán.